
El taller para conocer nuestra emociones profundiza en el conocimiento de como percibimos el mundo condicionado por lo que hemos vivido. Conocer nuestro tipo de apego y como hemos aprendido a vivir facilita que podamos reconocer mejor nuestros miedos, nuestras necesidades y nuestra forma de vincularnos con los demás. Las emociones aprendidas, principalmente, durante la infancia condicionan el modo en el que nos hablamos y como nos comportamos.
Las personas que han tenido experiencias difíciles o muy traumáticas pueden tener dificultades para conectar con sus memorias traumáticas pero también con sus sensaciones de dolor y malestar.
Durante el taller, de una manera práctica y vivencial, se explicará porque somos quienes somos y como poder lograr ser una versión mejorada de nosotros mismos. Tomando consciencia de nuestra forma de funcionar podemos modificar los hábitos que repetimos a diferentes niveles y crear un proceso reflexivo de calma y bienestar.